Entre los cambios estéticos para esta versión encontramos las calaveras blancas, el bitono en blanco y azul para la carrocería y los rines con tonos azules, además de los emblemas “Le Ciel California” en los costados.
Aunque la marca no profundizó en el tema, podemos suponer que esta única pieza ya tiene algún dueño y que seguramente pagó una exorbitante cantidad de dinero por él.
En el pasado Salón de Beijing la armadora presentó otra edición única denominada Bugatti Veyron 16.4 Grand Sport Wei Long en donde su precio de venta fue de 1.58 millones de euros.
El Veyron 16.4 Grand Sport Vitesse posee un
W16 de 7.9 L por lo que genera 1,184 Hp, un torque máximo de 1,106
Lb-pie permitiéndole alcanzar en 2.6 s 100 Km/h y una velocidad máxima
de 410 Km/h.
Interior
El interior presenta un gran lujo. El Veyron sólo tiene 4 lunas: la frontal, las laterales y una trasera. El volante es de cuero, despuntado en su parte inferior. Toda la consola central y las molduras laterales de las puertas tienen un acabado de aluminio torneado. En la consola tiene un reloj analógico, la pantalla del reproductor de CD, los mandos del aire acondicionado, y en la zona de la palanca de cambios, el botón de arranque (Start-Stop Engine) y el "Launch Control", que garantiza la máxima respuesta del motor en aceleración, actuando los 4 turbocompresores al mismo tiempo. En el cuadro de mandos, preside el cuentarrevoluciones, y adyacentes a él el velocímetro, un medidor de potencia, el indicador del depósito y el termómetro. Cabe reseñar, como detalle de ostentación, que en la punta del indicador del velocímetro se inserta un diamante de un quilate de peso. Todo el salpicadero está rematado en cuero cosido a mano, y el techo es de tela. Los asientos son bánquets bicolores de cuero, con el logo EB (iniciales de Ettore Bugatti, fundador de la compañía) a la altura de la cabeza. Detrás de los asientos hay un pequeño hueco portaobjetos. Los cinturones son de tela tradicionales. La palanca de cambios es de cuero y aluminio y la transmisión es secuencial, de 7 marchas. En los laterales de la puerta están los mandos eléctricos de ajuste de posición de los asientos, y debajo está la cerradura para deslimitar el bloqueo eléctrico del motor para alcanzar los 407 km/h. En la parte superior de la luna simplemente lleva un espejo retrovisor y los mandos de las luces interiores. Solo se fabricarán 300 unidades en todo el mundo.Para el interior del Bugatti Veyron 16.4 Super Sport también se ha elegido esa misma combinación de colores y materiales. La radicalidad de sus 1.200 CV se plasma en un interior más sobrio y de aspecto más agresivo, con apliques de fibra de carbono expuesta en los paneles de las puertas y consola central. Las costuras en naranja dan el toque de color a un interior tan oscuro.
Para mi gusto, el interior del Bugatti Veyron siempre ha sido su punto flaco. Está claro que es un coche exclusivo y que además, el precio a pagar por él se refleja en los materiales usados en su interior y en su diseño, pero siempre lo he visto demasiado recargado.
Sin embargo, las imágenes interiores del Bugatti Veyron 16.4 Super Sport me dejan un muy buen sabor de boca. Recargamientos los justos y necesarios. Todo muy sobrio y elegante, a la par que deportivo.
Se denominarán World Record Edition, y ya están todos vendidos, a un precio que se rumorea está cerca de los dos millones de euros. ¿Por qué se llaman World Record Edition? Os quedará claro en cuanto comente algunos datos técnicos. El gigantesco motor 8.0 W16 tiene ahora cuatro turbos de mayor tamaño, además de cuatro intercooler más grandes. La potencia crece hasta los 1.200 CV y el par máximo hasta los 1.500 Nm, superando a muchos camiones de transporte, y no tan ligeros como pensáis. Por desgracia no tenemos datos de aceleración o a qué potencia se entregan esos 1.200 CV. Pero no importa demasiado.
Para digerir el aumento de potencia con seguridad se ha rediseñado la suspensión gracias a la experiencia en competición del Grupo Volkswagen – intuyo que Le Mans y la recta de Hunaudieres han tenido algo que ver – y se ha dotado al chasis de refuerzos estructurales. Estas modificaciones en el tren de rodaje contribuyen además de una mejor estabilidad a un paso por curva más rápido, recordemos que las curvas no fueron el mayor fuerte del Veyron, en parte debido a un peso de 1.8 toneladas que el Super Sport no recorta, si la nota de prensa no lo comenta expresamente debe ser por algo.
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